Cuando el estrés se viene a dormir

EL INSOMNIO

El no poder dormir supone un desgaste físico y mental

Uno de los principales problemas de salud que afectan a nuestra población es la dificultad para conciliar el sueño. El no poder dormir supone un desgaste tanto físico como mental que puede llegar a provocar alteraciones del estado de ánimo y riesgo de depresión; así como diabetes, sobrepeso, y alteraciones cardiovasculares y gastrointestinales.

QUÉ PUEDE PROVOCARLO

Cuando llega la hora de acostarse, muchas veces nos asaltan aquellas tareas no concluidas, o situaciones que durante el día hemos tenido que afrontar. Todos experimentamos estrés a lo largo del día, pero en ocasiones la situación puede llegar a sobrepasarnos. Si mientras repasamos nuestro afrontamiento diario sentimos vulnerabilidad, o sensación de que no tenemos el control sobre lo que ha sucedido, nuestro sistema nervioso no nos permitirá conciliar el sueño, hiperactivándose, y manteniéndonos en un estado de alerta con el objetivo de buscar una solución inmediata.  

¿Y LOS TRABAJADORES POR TURNOS?

Si rizamos el rizo, las personas que además trabajan por turnos están más expuestas si cabe a sufrir este tipo de privación del sueño, al tener su ritmo circadiano completamente alterado por sus circunstancias laborales ya que se intenta mantener un mayor rendimiento y atención en las horas en las que el cuerpo tiende a dormir. ¿Consecuencias? A las expuestas al comienzo del artículo, se añaden un mayor riesgo de cáncer, infertilidad y embarazo de riesgo.

SÍNTOMAS

Entre los principales síntomas de insomnio podemos encontrar la dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes e imposibilidad de recuperar el descaso de nuevo, encontrar una postura cómoda, etc. Cuando añadimos el estrés a la receta aparecen pensamientos intrusivos en forma de imágenes mentales en nuestra mente, pesadillas, dolores digestivos y cefaleas nocturnas…

Un sueño insuficiente o de baja calidad genera cansancio, dolor muscular, dificultad para concentrarse, e incluso alteraciones del estado del ánimo, como estar irritable o sentir apatía o falta de motivación. Las personas que no descansan bien pueden sufrir las consecuencias en sus relaciones sociales y familiares, al resentirse debido a su malestar físico y agotamiento mental.

¿Y tú? ¿Sientes que tus dificultades para dormir están relacionadas con el estrés? En Psicokide estaremos encantados de ayudarte a superarlo. Pide tu cita sin compromiso y cuéntanos qué te sucede.

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